Un día Petroneo, un tipo bajo y narigudo, salió de su casa (bueno más que casa era una humilde chabola de cartones, telas y planchas de metal, construida en los alrededores del basurero municipal) para buscar algo para comer. Cuando ya llevaba un buen trecho, encontró algo en el suelo, se agachó y comprobó con gran satisfacción que era una moneda, solo era un céntimo, pero a Petroneo le pareció una gran riqueza y exclamó:¡Guau! ¡Una moneda! Con esto me comeré una barra entera de pan.Y es que Petroneo era un "tripero" y se hinchaba a comer siempre que tenía la menor oportunidad. Siguió su camino y más adelante se encontró otra exactamente igual, se volvió a agachar y se la echó al bolsillo, más tarde otra,y de nuevo otra,así hasta diez veces.Ya estaba pensando en el gran banquete que se iba a dar, cuando al meter la mano al bolsillo observó que tenía un agujero y solo tenía una moneda que se le había caído una y otra vez.
Autor: Jorge Plaza 6ºA
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